EVALUACION EDUCACION
CRITERIOS DE EVALUACIÓN.
Los criterios de evaluación
se refieren a los componentes y elementos de las competencias Fundamentales y
orientan hacia los aspectos que deben tomarse en cuenta al juzgarse el tipo de
aprendizaje alcanzado por los/las estudiantes. Estos identifican qué se debe
considerar al evaluar una competencia, estableciendo la cualidad o
característica relevante que debe observarse en el desempeño de los
estudiantes. (Diseño curricular del Nivel Secundario, versión preliminar)
(Tobón 2008)
Los criterios deben abordar
los diferentes saberes de la competencia, en lo posible deben comparar un qué
con una condición de referencia. Deben ser fácilmente comprensibles y claros,
ser pertinentes y sometidos al análisis público de los estudiantes y otros
colegas profesionales. Esto constituye la validez de contenido de la
evaluación. Es importante que los criterios sean concretos, permitan evaluar
los aspectos esenciales del desempeño y no limiten el abordaje de todos los
detalles de la competencia.
Es importante que los
criterios se refieran a las grandes fases de la competencia, en lo que respecta
a la planificación, ejecución y evaluaciones recomienda que los criterios
aborden los diferentes saberes de la competencia, saber ser, saber conocer, saber
hacer y saber convivir.
A cada competencia
fundamental le corresponde un determinado número de criterios de evaluación,
los cuales se hacen operativos en las áreas y niveles donde se traducen en
indicadores de logro. Dichos criterios
vienen dados en las Bases de la Revisión y Actualización Curricular. Les
corresponde a los docentes hacer un estudio minucioso de los mismos y su
relación con los componentes y competencias fundamentales.
Según Juan José Caballero
Muñoz, los criterios de evaluación deben reunir las siguientes características:
a) Deben ser muy precisos,
observables y medibles, es decir, deben ser referidos a aprendizajes,
conductas, habilidades…que seamos capaces de observar, medir y evaluar.
b) Deben ser lo más
objetivos posible. Dicho de otra forma, deben dejar poco margen a la
subjetividad del docente, los criterios de evaluación referidos a actitudes, la
objetividad a veces se complica.
c) Mediante los criterios
explicitamos al estudiante los aprendizajes que esperamos de él a lo largo del
curso. No debemos olvidar que los criterios de evaluación se deben publicar y
hacer explícito a los estudiantes.
Es imprescindible que el
estudiante conozca los aprendizajes que ha logrado para que pueda diseñar una
guía ajustada al proceso del logro de los mismos.
UNIDAD
II: CONCEPTOS GENERALES Y FUNDAMENTOS TEORICO DE LA EVALUACION.
2.1
La
evaluación Educativa: Su importancia, Conceptos, Principales Característica
2.2
Fundamentos
del Proceso de Evaluación
2.3
Funciones
de la Evaluación Educativa
2.4
Tipos
de Evaluación
2.5
Propósitos
de la Evaluación
2.6
Evaluación:
Cualitativa, Cuantitativa
Se limita
a medir estadísticamente el grado en que los resultados se logran en relación
con determinados objetivos del proceso docente educativo. Es más formativa, le
interesa menos evaluar resultados y se remite a los procesos. Es sanativo y se
remite a evaluar lo evidente de resultados obtenidos y medidos a corto plazo,
previstos y planificados en objetivos. Facilita la construcción de conocimientos
por parte del alumno, poniendo experiencias de aprendizaje, actuando como
modelo y girando la reflexión sobre la experiencia del aprendizaje. Permite
crear situaciones controladas del aspecto que se desea evaluar, estableciendo
valores estadísticos. Valora interpretaciones, juicios, motivaciones,
necesidades e intereses de los alumnos para comprender lo que estos precisan y
resolver situaciones existenciales. Se remite más a normas que en criterios. Es
una evaluación integral, individual, actual y democrática.
La
distinción entre la explicación y la compresión cómo propósito del proceso de
indagación (la cuantitativa explica mientras que la cualitativa comprende). 2.-
La distinción entre el papel personal (cualitativa) e impersonal (cuantitativa)
que puede adoptar el investigador. 3.- la distinción entre el conocimiento
descubierto (cuantitativa) y conocimiento construido (cualitativa). Para el
autor la diferencia esencial estriba no en confrontar los datos de un tipo de
investigación con el otro, sino que se sitúa en el terreno epistemológico.
(Stake 1995).
INSTRUMENTOS
UTILIZADOS: Pruebas objetivas: 1.-selección simple
2.-verdadero falso Por modalidad: Logros académicos 1.-Logros Listas de cotejo
Encuestas 2.-Psicometricas Análisis de costos Beneficios 3.- Económicos Escalas
Inventarios 3.-respuesta corta 4.- Completamiento 5.- Solución de problemas.
¿Cuáles beneficios brindan ambas evaluaciones?
Cuantitativa Brinda la posibilidad de generalizar los resultados, Ofrece
información sobre los fenómenos y las magnitudes de estos Brinda la posibilidad
de réplica y enfoque en puntos específicos de los fenómenos, Facilita la
comparación entre estudios similares y Es empírica.
Cualitativa: Da profundidad a los datos, la contextualización del ambiente o entorno,
los detalles y las experiencias únicas.
Aporta un
punto de vista “fresco, natural y holístico” de los fenómenos
Es flexible y Es empírico.
Principios generales de la evaluación 1. Determinar y aclarar qué es lo que ha de evaluarse tiene siempre
prioridad en el proceso de evaluación. 2. Las técnicas de evaluación deben
seleccionarse en términos de los propósitos que han de cumplirse ¿Es esta
técnica de evaluación el método más eficaz para determinar lo que deseamos
saber sobre [la persona]? 3. La evaluación totalmente inclusiva requiere una
amplia gama de técnicas de evaluación, la mayoría de las técnicas de evaluación
son bastante restringidas en cuanto a su alcance. Para lograr un cuadro más
completo de información a recolectar es conveniente combinar una amplia
variedad de técnicas.
La
utilización apropiada de las técnicas de evaluación requiere una clara
conciencia de sus limitaciones y de sus puntos fuertes. Una primera fuente de
error puede ser el del mismo muestreo, una segunda puede ser el propio
instrumento de evaluación o en el acto mismo de usar el instrumento, así como
una tercera puede tener su origen en la interpretación errónea de los
resultados de la evaluación. 5. La evaluación es un medio para un fin y no un
fin por sí misma. La utilización de las técnicas de evaluación implica que
habrá de satisfacerse algún propósito.
Lo más
importante en la evaluación del aprendizaje es tener claro lo que se quiere
evaluar, para que entonces se haga uso adecuado de los instrumentos y recursos
que aporta cada una de los modelos de evaluación. Es preciso enfatizar que la
evaluación cualitativa requiere un profundo entendimiento del comportamiento
humano y las razones, impulsos y motivos que lo engloban, a diferencia de la
evaluación cuantitativa, ya que la cualitativa busca explicar las razones de
los diferentes aspectos de tal comportamiento. Ambos enfoques se pueden
combinar en un mismo estudio para rescatar sus bondades y enriquecer la
investigación empleando un modelo de dos etapas (primero uno y luego el otro)
con enfoque dominante (uno domina en el estudio y el otro solo soporta).
Como hemos
visto estos enfoques de evaluación cuantitativa y cualitativa son vías que
facilitan el descubrimiento de conocimientos seguros y confiables para
solucionar los problemas que la vida nos plantea sin embargo no podemos decir
que sean malos o buenos debido a que dependerá de la manera que el docente los
implemente y conceptúa la realidad. En otras palabras, resaltar el paradigma de
estas evaluaciones obliga al docente conocer y entender estos enfoques para la
educación integral de cualquier estudiante, ya que a lo largo de la vida se
está en constantes cambios y esto conlleva a estar en constante flujo de
información sobre lo que nos interesa.
El propósito fundamental de la evaluación es guiar
el proceso de aprendizaje de los alumnos, recabar informaciones útiles,
trasmitirlas para saber si aprendió o no los contenidos presentados.
LA
EVALUACIÓN PUEDE TENER VARIOS PROPÓSITOS: Ejemplo.
Fortalezas y debilidades, a fin de planificar estrategias que permitirán
superar los no logros. Conocer el estado actual de un grupo de alumnos,
programas, institución. Saber qué metodología se va a adoptar en el proceso de
aprendizaje. Describir las acciones que se realizarán. Saber qué
materiales se utilizarán. Verificar la eficacia del programa que se implementó.
Identificar problemas de aprendizaje de los alumnos
y las posibles causas que la originaron, para reorientar el aprendizaje. Se
puede especificar los propósitos de la evaluación a través de la formulación de
preguntas amplias que se irán precisando durante la implementación de la
evaluación. No se debe confundir los propósitos con los objetivos de la
evaluación. Al referirnos a propósitos, nos estamos centrando en “ese
algo”, urgencia, necesidad que nos impulsa a realizar una acción.
PRINCIPIOS GENERALES DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA
PRINCIPIO: Verdad
general de aplicación a muchos casos particulares. Exposición por medio de la
cual otro dato no relacionado es sistematizado o interpretado. Los principios
deben guardar estrecha relación con los objetivos generales de la educación.
Función del principio: Es
servir de base y dar unidad a las prácticas, procedimientos y materiales de la
evaluación. Representa la teoría que justifica la práctica. La evaluación, como
todo aspecto del proceso enseñanza - aprendizaje, debe partir de principios
generales que son ideas rectoras y conceptos como los siguientes. Principio de
integridad, continuidad, individualidad, cientificidad, diferencialidad y
finalidad. En este artículo analizamos dos de ellos.
PRINCIPIO DE INTEGRIDAD: “La evaluación debe considerarse como parte
integrante e ineludible del proceso educativo”. No puede concebirse la tarea
educativa sin la evaluación de sus circunstancias: capacidades, contenidos,
metodología, procedimientos evaluativos, instrumentos, indicadores, materiales,
actividades, tareas o experiencias y sus resultados, para establecer el nivel
de efectividad con que se la realiza. La evaluación del aprendizaje, por
consiguiente, no debe ser una cosa ajena y separada del proceso de aprendizaje;
tiene que estar estrechamente ligada a todos los aspectos determinantes del
proceso educativo.
PRINCIPIO DE CONTINUIDAD: “La
evaluación debe ser un proceso continuo de la actividad educativa”. Se evalúa
en forma constante para encausar y mejorar la labor del docente y del alumno:
Antes de planear; aplicar la evaluación diagnóstica para determinar la
experiencia previa del alumno, qué capacidades posee, sus valores y actitudes
ante una situación de trabajo.
Durante el proceso de la actividad, para investigar
la eficacia del proceso, a fin de adaptar la enseñanza a la capacidad de
aprendizaje del grupo curso (evaluación formativa). A final, para determinar los resultados del
proceso, evaluación sumativa.
Este principio de continuidad no
debe interpretarse, exclusivamente como un aumento de la frecuencia de pruebas,
sino como una forma de observar e indagar, en forma permanente, hasta qué grado
los alumnos están logrando las capacidades propuestas. El carácter continuo de
la evaluación se traduce además en la posibilidad de la aplicación de diversos
procedimientos evaluativos.
LA
FUNDAMENTOS TEÓRICOS SOBRE LA EVALUACIÓN: En el proceso de
enseñanza aprendizaje dicta lo siguiente: La educación conduce al
desarrollo operando en la zona de desarrollo próximo del estudiante y
consideramos que el proceso como categoría general incluye a la instrucción
pero que además es necesario por lo menos, en los momentos actuales de la
educación considerar que todo proceso educativo necesita ser expresado en
escalas que determinen la magnitud de los resultados deseados y esto lo podemos
determinar cómo momentos de la evaluación que indican en cierta forma la
calidad del proceso.
Son diversas las definiciones de
evaluación aportadas por distintos autores las cuales responden a diversos
enfoques de este proceso, como categoría didáctica, como nivel o eslabón del
proceso, como componente, función didáctica, estas definiciones en su
diversidad, se diferencia por la extensión del concepto y la interpretación del
proceso evaluativo.
Ofrecer una definición de
evaluación ha constituido un propósito de muchos pedagogos al investigar
diversas cuestiones acerca del proceso de enseñanza-.aprendizaje, tanto es así
que según Mariana M e Isabel Solé (1990) las distintas definiciones de
evaluación tienden a concretarse en lo que pueden ser consideradas como dos
polos.
En uno de estos polos y en su
acepción más extendida, se habla de evaluación para referirse a la actividad a
través de la cual se emite un juicio sobre una persona o fenómeno, una
situación o un objeto en función de distintos criterios.
En el otro polo se localizan
otras definiciones de evaluación en las que se evidencia una intención
relacionada con la apropiación de conocimientos, habilidades, valores útiles
para la toma de decisiones y la aplicación de actividades didácticas.
En el primer polo están las
definiciones de Carena Peláez (1995), Álvarez de Zayas (1996), González Rey
(1997), entre otros y en el segundo polo están las definiciones de Pérez
(1994), Castro Pimienta (1996), González Pérez (2000), entre otros.
En esta investigación se asume
críticamente un enfoque integral de la evaluación, considerándola como proceso,
que trasciende su concepción como categoría didáctica, lo que le impone mayor
complejidad al proceso evaluativo, pero lo hace más objetivo, multifacético y
holístico.
Según la autora Guillermina La
barreré “la evaluación se caracteriza por ser un proceso sistemático en el que
se evidencian dos elementos fundamentales que son los objetivos y el contenido
de la evaluación”, ajustados a este término enfatizamos en la necesidad de
sistematizar la evaluación y a la vez otorgarle un carácter cualitativo en aras
de garantizar el seguimiento del diagnóstico e influir además en los intereses
y motivaciones de los alumnos.
Es preciso destacar que un
control y evaluación de elementos instructivos y educativos con más
periodicidad conducen al movimiento ascendente de intereses en los alumnos que
ingresan a la enseñanza preuniversitaria en aras de garantizar el tránsito
eficaz por la misma, por tanto concordamos con la declaración de la autora
cuando expresa que “la función del profesor es comprobar el grado de
asimilación consiente de los conocimientos y habilidades para aplicarlos a
nuevas situaciones, pero el actual modelo evaluativo de la enseñanza
preuniversitaria no favorece en su totalidad el cumplimiento del anterior
enunciado porque los controles y evaluaciones que inciden en la categoría de un
alumno, no tienen un carácter continuo.
Se considera a la evaluación como
un proceso, se comparte el criterio ofrecido por Orestes Castro (1999), al
ofrecer una concepción clara de la evaluación, no centrada en la calificación,
sino en los cambios cualitativos que se manifiestan en la personalidad del
estudiante tanto en el aspecto instructivo como educativo.
Hay que evaluar los conocimientos
y habilidades que se adquieran, su solidez y duración a partir del desempeño
cognitivo logrado en el alumno, sus posibilidades de ser generalizado y
transferido a nuevas situaciones es decir su funcionalidad, la evaluación debe
ir dirigida igualmente a determinar en qué medida el aprendizaje de conocimientos
y habilidades, valores realizado por los estudiantes es significativo y como
logra implicarse en la formación de motivaciones, sentimientos, actitudes y
valores, debe realizarse de manera sistemática, interdisciplinar e
intrardisciplinar, si este propósito se logra, podrá estimularse cada vez más
la formación y desarrollo de la educación.
La evaluación debe tener un
carácter predictivo por lo que debe indicar aquello que el profesional en
formación no ha logrado, pero puede lograr por la acción transformadora del
proceso formativo desde los postulados del enfoque Histórico cultural, con su
fundador Lev Semionovich Vigostky al que le corresponde el mérito invalorable
de ser el primero en aplicar creadoramente el materialismo dialéctico e
histórico a la ciencia psicológica y de haber colocado con ello “sobre sus
pies” provocando una verdadera revolución copernicana en Psicología. (Shuere,
M, p.57).
Según Vigostky, L. (1987) “… una
educación desarrolladora es la que conduce en sí misma al desarrollo”. Este término
va delante guiando y estimulando al alumno, además le confiere un carácter
socializador por tanto, un enfoque dialéctico materialista del proceso de
enseñanza aprendizaje debe estar centrado en el desarrollo integral y considera
la unidad de lo afectivo con lo cognitivo y educativo pero todo proceso de
enseñanza aprendizaje presenta al final la necesidad de un componente
evaluativo para emitir un juicio de valor, por tanto la carencia de un criterio
evaluativo en función de aspectos educativos no favorece en su totalidad la
vigente concepción de enseñanza desarrolladora en nuestro contexto social.
Vigostky consideró la función formativa como parte integrante del proceso y
desarrollo de un programa y explica que este sirve para ayudar a todo el personal
implicado en el arte de educar a perfeccionar la labor que está realizando.
Desde la perspectiva psicológica,
filosófica y pedagógica existen en nuestros días muchos aportes sobre la
función social de la evaluación ya que la misma al ser insertada en un sistema
mayor (la sociedad) le confiere un carácter multifuncional determinando que no
existe evaluación neutral porque no hay educación neutral.
El enfoque Histórico cultural
aporta un marco teórico y metodológico de gran relevancia, para el estudio de la
evaluación. A continuación, se sintetizan algunos presupuestos que guían esta
investigación.
Al considerar que la enseñanza va
delante y conduce el desarrollo, aun cuando debe tener en cuenta las leyes del
mismo, exige de la evaluación una función predictiva, de manera que se oriente
hacia el mañana y no hacia el ayer del desarrollo psíquico y aporte información
que en cierta medida anticipe el desempeño del profesional en educación.
El hecho de reconocer el origen social de los
procesos psicológicos superiores, lo cual requiere que el profesor
contextualice el aprendizaje del estudiante en la escuela, la familia y la
comunidad, exige que las variables, dimensiones e indicadores de la evaluación
exploren todos los contextos y sean ajustados acorde con el entorno social en
que se desarrolla el proceso.
El concepto de zona de desarrollo
próximo, que trasciende la descripción y valoración de lo que el alumno hace,
para explorar lo que puede hacer, necesita que la evaluación valore no solo el
desarrollo actual, sino el potencial, lo cual representa un aspecto muy actual
en las investigaciones sobre el tema.
El profundo conocimiento que se
requiere del estado actual del estudiante, para poder determinar y desarrollar
el proceso pedagógico en la zona de desarrollo próximo, impone la necesidad de
que el diagnóstico de lo que sabe o puede hacer el estudiante resulta la base o
punto de partida para el desarrollo futuro y para establecer las direcciones
del mismo.
Si el proceso pedagógico ocurre a
partir del tránsito que se produce de lo externo a lo interno, como un proceso
didáctico de lo interpsicológico a lo intrapsicológico, requiere de la
actividad metacognitiva del alumno, y lo pone en condiciones de desarrollarse
por sí mismo, al descubrir su lógica individual, entonces la autoevaluación se
convierte en un elemento de mucha importancia si se quiere realizar una
evaluación desarrolladora.
El aprendizaje se considera como
proceso que compulsa el desarrollo de la personalidad hacia estudios superiores
y requiere el diseño y aplicación de estrategias por los profesores para
estimular el activismo del estudiante lo que implica, aparejado a esto, el
diseño y aplicación de estrategias evaluativos que ofrezcan evidencias del
desarrollo alcanzado.
En el proceso pedagógico, los
fenómenos cognitivos, están estrechamente relacionados con los motivacionales
afectivos, lo que implica que el proceso evaluativo debe explorar la
personalidad en su integridad y no solamente sus conocimientos, habilidades,
hábitos.
La propuesta de la zona de desarrollo próximo,
como la que media entre el nivel de desarrollo actual del alumno con la ayuda
del profesor, otro adulto o un coetáneo y lo que será capaz de hacer de forma
independiente (desarrollo potencial), es una concepción revolucionaria que se
proyecta hacia el futuro de manera óptima y que destaca no solo las
potencialidades del educando, sino todo lo que puede hacer el profesor y el
grupo de estudiantes dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje por cada uno
de los miembros. Este concepto que aporta L. S. Vigostky tiene un gran valor
para la presente investigación porque le ofrece la posibilidad al profesor de
conocer los vínculos de desempeño cognitivo de sus estudiantes y al mismo
tiempo le permite a los alumno autoevaluarse, ambos componentes del proceso
pueden tomar las medidas necesarias para lograr los objetivos propuestos e
influir adecuadamente sobre aquellos procesos que aún no han madurado
totalmente, sino que se encuentran en pleno proceso de construcción.
El objetivo de la evaluación es
valorar el estado del proceso y su fin es establecer las metas y propósitos
además de reconocer el rol social de la evaluación.
El sistema de evaluación permite
conocer oportunamente los problemas del aprendizaje para que los maestros y
alumnos adopten medidas remediales con vistas a evitar fracasos irremediables”.
Según lo explica Castro Ruiz, Fidel 2004. (). ob, pág 16
Las transformaciones a lograr en
la personalidad del estudiante están sujetas a muchas acciones, pero la
práctica ha demostrado que los objetivos no se logran en todos los estudiantes
de la misma forma, por eso el sistema de evaluación debe ser individualizado y
personalizado, aunque responda a concepciones y objetivos generales. (López, F.
2004, pag 35).
El autor en su tesis doctoral
concibe a la evaluación como un proceso y se considera que para que la misma
constituya un proceso, es necesario que al mismo tributen elementos disímiles;
acostumbramos a tratar el proceso docente educativo con un carácter amplio pero
el proceso de evaluación que se desarrolla en la enseñanza preuniversitaria se
realiza en una forma donde los instrumentos evaluativos utilizados se efectúan
con un margen de tiempo que no permiten trabajar de forma eficiente y oportuna
con los resultados derivados del propio proceso por otra parte los criterios
preestablecidos están en dependencia de los resultados emanados del diagnóstico
y el contenido de los programas de cada asignatura, por tanto la existencia de
un proceso de evaluación con carácter más sistemático podrá permitir al docente
tener un conocimiento más continuo del estado real en el alumno permitiendo
entonces contar con más herramientas para comprobar y evaluar los resultados
del trabajo docente educativo. Continúa el autor expresando que se obtiene
información variada que permite establecer un juicio de valor.
Este término al que se refiere
expresa la información variada del estado real en un momento dado estableciendo
el nivel de comprensión de un determinado contenido en un grado específico y
del estado de desarrollo de determinada habilidad general o específica, pero de
acuerdo al concepto de evaluación establecido por el autor la información
variada solo está centrada en aspectos cuantitativos y de contenidos lo que no
favorece la comprobación y evaluación de otros elementos que complementan el
desarrollo del proceso docente educativo por tanto se considera, que el modelo
evaluativo previsto en la resolución ministerial 216/89 y que se aplica en la
enseñanza preuniversitaria no contribuye de forma general a garantizar
información real del estado actual de un alumno en otro tipo de actividades de
carácter formativo y educativo que permitan emitir un juicio valorativo con
incidencia en sus resultados generales.
Además, este resultado individual
y grupal es más acertado con la aplicación de un conjunto de instrumentos
destinados a evaluar componentes formativos y consideramos que los juicios de
valor integral sobre el desarrollo individual y grupal son más dinámicos y
efectivos utilizando un sistema evaluativo que faciliten el intercambio con
carácter más sistemático entre los profesores y los estudiantes, además en la
medida en que el carácter del proceso evaluativo se haga más sistemático podrán
ser más efectivos las decisiones reguladoras establecidas en el propio proceso
con vistas a garantizar un aprendizaje desarrollador.
En relación con la influencia de
la evaluación en la autoevaluación y la autodeterminación de la personalidad se
considera que en la medida en que el estudio sistemático se convierta en un
hábito cotidiano se contribuirá a formar determinadas actitudes que formarán
parte de la responsabilidad en los alumnos y que en el futuro contribuirán a la
adquisición de valores en función de su desempeño laboral. La puntualidad,
responsabilidad ante el estudio son elementos que deben estar intrínsecos en su
evaluación integral para formar jóvenes con aptitudes y actitudes que respondan
a los intereses de nuestro contexto social.
Lo anteriormente expresado ha
conducido al autor de la tesis a asumir como definición de evaluación, que “Es
un proceso mediante el cual a partir de criterios previamente establecidos
determinados por la contextualización e interiorización de los objetivos por
evaluadores y evaluados se obtiene información variada que permite emitir un
juicio de valor integral sobre el desarrollo individual y grupal alcanzado, lo
que facilita la adopción de decisiones reguladoras en un proceso comunicativo
que incluye la autoevaluación y la coeducación y contribuye a la formación de
la personalidad”. López Medina, F. (2004).
La evaluación holística o
globalizadora reclama la visión del estudiante en su integridad y en su
contexto, tendencia actual que surge como alternativa a la fragmentación del
aprendizaje (y de su sujeto), en ámbitos o esferas cognitivas, afectivas,
psicomotoras, presente en las taxonomías que clasifican objetivos y
aprendizajes. Y de aquellas posiciones que limitan el aprendizaje a aspectos
permanente cognitivos, cuyos productos son los conocimientos y las habilidades,
despojados de todo sentido personal. Además se aproxima en mayor medida a la
realidad del acto evaluativo y de los fenómenos implicados en él, como los que
devienen de la naturaleza de la percepción humana y de la formación de juicios valorativos,
cuyo reconocimiento es imprescindible para logar una mayor objetividad en la
práctica de la evaluación.
Un enfoque holístico, que
considera al estudiante en su integridad, tiene sentido cuando la evaluación se
visualiza de manera natural y el proceso didáctico aporta y valora información
a partir de las prácticas cotidianas de trabajo, de la realización de las
tareas docentes, de la comunicación entre los participantes, a fines de
orientar, regular, promover el aprendizaje. Esto es predominio, a su vez, de
medios informales de captación de información sobre las vías formales
especialmente concebidas para comprobar resultados parciales y finales.
La categoría evaluación, ha
experimentado cambios sustanciales en la medida que la pedagogía se ha comenzado
a reconocer como una ciencia y se ha sustituido paulatinamente la concepción
estrecha que siempre se ha tenido de la misma. En la actualidad ha dejado de
ser un instrumento de medición fría sobre un conocimiento específico ligado a
métodos de enseñanza memorística y se ha llegado en convertir en una verdadera
herramienta por su carácter holístico e integrador desde donde se aspira a que
tanto los evaluados como los evaluadores desempeñan sus funciones sin traspasar
las fronteras del escenario que le corresponde a cada uno y además se trabaja
para que los resultados que se obtienen sean considerados como satisfactorios
para todos los protagonistas que participan en el acto evaluativo.
FUNCIONES DE LA
EVALUACIÓN
: Las funciones que se atribuyen a la evaluación, al
formar parte del proceso educativo, se diversifican en función de las
necesidades de cada momento a lo largo del desarrollo del proceso. A este
respecto Casanova (1992) dice que: «En concordancia con las funciones que en
cada caso asignemos a la evaluación, con las necesidades que sea preciso cubrir
en los diferentes momentos de la vida de un centro o con los componentes que se
hayan seleccionado, procede utilizar las modalidades o tipos de evaluación que
resulten más apropiados para el objeto del estudio, de la investigación o del
trabajo que se emprende». Por su parte, Cardona (1994) asigna las siguientes
funciones a la evaluación: 1. Diagnóstica, función que desempeña la evaluación
inicial. La función diagnóstica de la evaluación viene a satisfacer la
necesidad de conocer los supuestos de partida para implementar cualquier acción
pedagógica. Para este Unidad Didáctica I
Sentido actual de la evaluación en
educación 31 Pero sean cuales sean las características que se atribuyen a la
evaluación, en todos los casos se pone de manifiesto el carácter intencional,
sistémico y procesual de la misma, es decir, que se trata de un proceso que se
halla inmerso en otro proceso que es el educativo, al que da sentido, orienta,
regula y valida, lo que justifica que sus características hayan de estar
siempre referidas a las del proceso educativo del que forma parte. 01 UNIDAD 01
17 X 24: Maquetación 1 15/2/10 12:27 Página 31 autor la función diagnóstica de
la evaluación facilita tanto la adaptación de la oferta formativa a los
usuarios (plano curricular), como la toma de decisiones por supervisores y
directivos (planos de control y de lo organizativo).
2. Reguladora, ya que permite regular los
aprendizajes del alumnado en función del desarrollo personalizado de cada
proceso de aprendizaje.
3. Previsora, función que facilita la
estimación de posibilidades de actuaciones y/o rendimientos. Para el autor, la
función previsora de la evaluación se hace operativa en las modalidades inicial
y formativa de la misma, estando orientada hacia el diseño contextualizado de
proyectos curriculares.
4. Retroalimentadora, función que según el
autor es ejercida desde la evaluación formativa y que va reconduciendo los
distintos elementos que conforman el modelo didáctico. Considera que desde la
evaluación formativa puede ejercerse una función orientadora del proceso
educativo.
5. De control, función que según el autor
es necesaria por las exigencias que se plantean por parte de la administración
educativa, en todo lo referente a la obtención de titulaciones académicas y las
connotaciones que ello tiene. Para Cardona, cada una de estas funciones se pone
de manifiesto en todos o en alguno de los distintos tipos de evaluación que se
han establecido.
CARACTERÍSTICAS DE LA
EVALUACIÓN:
La Evaluación Educativa debe tener las
siguientes características: Integral Cubre todos los objetivos propuestos, así
como la totalidad de los aspectos del aprendizaje y del accionar del alumno.
(Todos los elementos del proceso educativo y las manifestaciones de la conducta
de los individuos) valorando los aspectos cualitativos y cuantitativos del
rendimiento y conducta del educando, así como de los demás sujetos y elementos
que intervienen en el proceso.
Sistemática Porque permite obtener,
analizar e interpretar y formular juicios válidos de cada paso o secuencia
previamente establecida en el proceso de enseñanza y aprendizaje, en
concordancia con los objetivos propuestos en el
proceso educativo, comunicando los resultados oportunamente para la realimentación
debida. Continua y Permanente Porque al realizarse simultánea e
ininterrumpidamente al desarrollo de las acciones educativas del proceso,
posibilita reajustes inmediatos.
Flexible Porque sus objetivos, estrategias
e instrumentos diversos consideran un amplio margen de variación en cuanto a
las características y condiciones personales de los sujetos del currículo, tipo
de instrumentos a utilizar, así como el tiempo de su aplicación.
Participativa o Colectiva Porque implica la
intervención de todas las personas que participan en el proceso educativo:
educandos, docentes, los padres de familia, entre otros.
Formativa Porque su objetivo consiste en
perfeccionar y enriquecer los resultados de la acción educativa. Así el valor
de la evaluación radica en enriquecer al evaluador, a todos los usuarios del
sistema y al sistema en sí gracias a su información continua y sus juicios de
valor ante el proceso.
Recurrente Porque reincide a través de la
retroalimentación sobre el desarrollo del proceso, perfeccionándolo de acuerdo
a los resultados que se van alcanzando. Decisoria Porque los datos e
informaciones debidamente tratados e integrados facilitan la emisión de juicios
de valor que, a su vez, propician y fundamentan la toma de decisiones para
mejorar el proceso y los resultados.
ENFOQUES DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA:
La evaluación educativa abarca distintos
enfoques que son complementarios: Desde el punto de vista teórico: la
evaluación debe ser estudiada como un elemento integrado en la totalidad del
proceso de enseñanza - aprendizaje. No es posible hablar de la evaluación de
los aprendizajes al margen de los procesos de enseñanza que los han generado.
Entonces, cuando se opta por concepciones de la enseñanza en las que se
privilegia la capacidad de producción personal del alumno (y no de
"reproducción" de lo dicho por el docente), los instrumentos de
evaluación que utilicemos deberán ser coherentes con esa postura.
Desde el punto de
vista didáctico: la evaluación es un recurso para la retroalimentación del
proceso de enseñar y aprender que permite ajustarlo, corregirlo, reformularlo,
mejorarlo, etcétera. Desde el punto de vista de una institución educativa: el
sistema de evaluación se establece al definir el proyecto educativo de la
institución. De esta forma, la evaluación puede resultar una herramienta útil
para transformar la realidad, contribuyendo a mejorar la gestión institucional.
PROPÓSITOS DE LA EVALUACIÓN: En el ámbito escolar, la evaluación puede
cumplir varios propósitos, dependiendo de los intereses de los participantes.
En primer lugar, puede ser utilizada para el desarrollo de la investigación
educativa, ya que permite obtener información detallada de lo que sucede en la
institución escolar.
En segundo lugar,
la evaluación permite reorientar el proceso de aprendizaje y enseñanza,
utilizando para ello la recolección de gran cantidad de datos sobre la
actuación de los participantes y sobre la influencia de la acción docente en el
aprendizaje. Este propósito es fundamental, ya que la evaluación es la brújula
que orienta el trabajo del docente en el aula, le permite darse cuenta de lo
que ocurre y, en consecuencia, canalizar su práctica pedagógica. Igualmente,
desde el punto de vista de una didáctica constructivista, el propósito
fundamental de la evaluación es ayudar a cada alumno en el desarrollo de la
construcción del conocimiento. En este sentido, la evaluación permite recabar
información para comprender el proceso que sigue el alumno y así tener las
bases para ayudarlo. Un principio esencial para lograr este objetivo es
considerar que el aprendizaje es individual, aunque para su construcción el
aprendiz se vale de la cooperación y de la interacción social.
Para cumplir con
estos propósitos se puede recurrir a múltiples procedimientos de recolección de
datos tales como: observación, entrevista, conversaciones informales, análisis
de las producciones escritas y demás trabajos de los alumnos. Todo esto en la
interacción permanente entre los participantes, la cual le va a permitir al
docente determinar acertadamente cuándo intervenir, con qué propósito y en
quién centrar la atención en un momento determinado.
TIPOS
DE EVALUACIÓN
Existen
diferentes tipos de evaluación, sin embargo, en este apartado nos referiremos a
las que están contenidas en el currículo revisado y actualizado.
EVALUACIÓN
SEGÚN SUS FASES
2Evaluación
diagnóstica, se realiza al inicio del año escolar y de cada proceso, tiene como
propósito conocer el estado inicial de los estudiantes, para adaptar el proceso
pedagógico a su situación e identificar las estrategias de enseñanza y
aprendizaje más adecuadas en cada caso. Los resultados de esta evaluación son
la primera referencia con que cuenta el docente para realizar los ajustes
necesarios a su planificación.
En
este tipo de evaluación no solo se determinan las competencias y experiencias
que poseen los estudiantes al inicio del proceso con respecto de lo que se
espera que logre, también se hacen visibles sus emociones, motivaciones e
intereses que son importantes en la redirección de la planificación y las
estrategias de intervención, pero además permite potencializar sus capacidades
trabajando aquellos aspectos que realmente necesita y convirtiéndolo en un
dinamizador no solo de sus aprendizajes ,sino también de sus compañeros.
La
evaluación diagnóstica como las demás debe ser planificada y el equipo de
gestión debe participar en su diseño, es importante aclarar que esta evaluación
no se realiza con un cuestionario o con algún instrumento en un momento
determinado, se debe tomar el tiempo prudente y aplicar los medios necesarios
para recoger información sobre su situación de inicio, por lo tanto, se
recomienda:
a)
Analizar y socializar el informe de los aprendizajes que tienen los estudiantes
del o los grados anteriores. b) Realizar pruebas de situaciones y actitudes.
c)
Identificar y confirmar cuáles son las competencias iniciales que deben poseer
los estudiantes.
2 Diseño Curricular, Nivel Secundario, Primer
Ciclo, versión preliminar 2016.
Evaluación
Fases
(momentos) Agente (actor)
Diagnostica
Formativa
Sumativa
Heteroevaluación
Coevaluación
Autoevaluación
Una
vez obtenida la información suficiente, entonces se procede al análisis de la
misma, con la intención de hacer las adecuaciones de lugar, si existen dudas,
se puede entrevistar aquellos estudiantes que se requiera, una vez que se
determinan las acciones a realizar, estas deben ser dialogadas y comunicadas al
estudiante y su familia con mediación del equipo de gestión y por último, se
debe hacer la intervención pedagógica que se haya diseñado como producto de la
evaluación diagnóstica.
La
evaluación formativa se realiza de forma continua y en determinados momentos
del proceso, después de terminar con segmentos significativos del mismo. Su
finalidad es identificar los logros o fortalezas y las debilidades que pudieran
ser utilizadas como referencia para la retroalimentación. Esta evaluación es el
parámetro a partir del cual se diseñan las actividades con que se construirá el
proceso pedagógico.
Existen
dos características consideradas intrínsecas de esta evaluación, la primera es
la que está fundamentada en la mejora continua de los procesos pedagógicos que
son diseñados para el aula. Con esto queremos decir que las acciones
correctivas se realizarán a lo interno del centro, por igual las acciones
preventivas se ejecutaran en conjunto con la comunidad educativa, centros
cercanos y el distrito escolar correspondiente.
Esta
evaluación implica hacer un análisis constante de las estrategias de enseñanza
y aprendizaje, de las tareas, evidencias, actividades, productos, resultados y
la pertinencia de las tutorías y rutas de aprendizajes, a partir de los mismos
hacer la retroalimentación y las intervenciones de lugar, esto será posible si
concebimos y desarrollamos la evaluación como parte del proceso de enseñanza y
aprendizaje.
Realizar
la evaluación formativa no depende exclusivamente de un enfoque educativo,
estrategias, técnicas o instrumentos de evaluación, es un proceso más
holístico, contextualizado que te lleva a la aplicación. Por consiguiente,
debemos recordar su esencia y mantenerla, mediante la metacognición y
retroalimentación durante todo el proceso, para esto se sugiere realizar el
siguiente recorrido:
Presentar una evidencia (producto o desempeño). b)
Evaluar la evidencia con un instrumento (previamente elaborado y socializado).
c) Analizar el resultado de la evaluación. d) Determinar las rutas o
intervenciones pedagógicas a realizar. e) Retroalimentar al estudiante sobre su
producción o desempeño. f) Comunicar las rutas o intervenciones pedagógicas. g)
Aplicar las rutas o intervenciones pedagógicas. h) Presentar las evidencias con
las mejoras introducidas o nuevas evidencias. i) Evaluar las evidencias j)
Continuar el proceso hasta lograr el dominio del aprendizaje esperado
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